martes, 29 de junio de 2010

Tiene un muy buen pretexto

José Antonio Llaquet conversa en torno a su vino creado con Viñedos Azteca, en Querétaro, y su visión de la vitivinicultura en México

RUBÉN HERNÁNDEZ


El catalán José Antonio Llaquet ha sido una de las figuras protagónicas en la evolución y fortalecimiento que la industria mexicana del vino emprendió hace algunos años. Su participación como enólogo en la bodega queretana de Freixenet, junto con su esposa María Baró en el área de Relaciones Públicas, resultó definitiva en el trazo de la identidad y el carácter de la empresa, que paulatinamente cobró una jerarquía, gracias su profesionalismo y el interés por alcanzar los mejores resultados.

Aunque de vuelta ya en su país natal, Llaquet mantiene su profundo apego a México, buscando siempre, como él mismo cuenta, una razón para estar constantemente de vuelta. Ésta surgió precisamente a partir del proyecto PRETEXTO, que inició de un modo informal y entre amigos

“No fue en un principio pensado para ser un negocio, sino que se hizo para consumo personal, se hizo con todo el amor de los iniciadores porque tenía que ser el mejor vino posible. Connie y Jorge Ferreira insistieron mucho tiempo en que los apoyáramos en la creación de su vino. Cuando llego el momento de despedirnos de México para regresarnos a nuestro país, pensamos que era una manera de dejar una ligadura con México que tanto nos había dado. En una noche muy especial en el pueblo de Bernal, declarada Pueblo Mágico, nació PRETEXTO.

“La intención fue hacer un vino complejo que, como enólogo, me permitiera hacer todo lo que las Denominaciones de Origen no nos permiten. Por tanto me di el lujo de trabajar con diferentes variedades (Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Malbec, Syrah y Tempranillo), mezclar en la crianza diferentes maderas de roble (americano, francés y húngaro) y por ultimo mezclar diferentes añadas, además de hacer una elaboración especial para poder extraer toda la fruta posible a las diferentes uvas”, comenta el también presidente de los enólogos de Cataluña.

CON ESPÍRITU MEXICANO

Resalta Llaquet que siempre ha defendido para México vinos afrutados, sedosos y fáciles de tomar, con unos taninos bien domados que a su paso por nuestro paladar nos dejen una sensación aterciopelada, sobretodo por las temperaturas en las que estamos es difícil soportar unos taninos agresivos.

Con respecto a la respuesta que PRETEXTO ha tenido, dice que es un vino que ha gustado y gusta, “desgraciadamente es un poco caro por todo lo que conlleva, como el aclareo y la selección de la uva en la cosecha, la premaceración en frío por más de una semana, la fermentación-maceración a temperatura controlada, las diferentes maderas de roble y la producción limitada hacen que el precio se encarezca”.

Ahora con el tiempo y debido a la respuesta del mercado, platica José Antonio, hemos decidido hacer crecer el proyecto vitivinícola de los Viñedos Azteca, hemos incorporado un socio de “números” para que nos vigile con los gastos, nuestro buen amigo José Espinoza, y yo me he incorporado como socio también para hacerlo crecer.

“Por el momento hemos acondicionado una vinícola para poder crecer controladamente. El objetivo no era hacer una nueva bodega majestuosa y cara, con la crisis en la que estamos inmersos, hemos preferido aprovechar una construcción que teníamos dentro de la hacienda.

“Diseñamos una bodega práctica y cómoda para la elaboración, con materiales propios de la zona, perfectamente orientada aprovechando la climatología del lugar y hemos obtenido una bodega sencilla y limpia, fresca de forma natural y hasta hoy espaciosa para poder crecer”, explica.

En cuanto a los productos, resalta, pienso que en este mundo hay los que crean, los que copian y los que hacen lo que pueden, por ahora nosotros queremos ser de los primeros y aprovecharnos de todo lo que se puede hacer para sacar nuevos productos que esperamos darán mucho que hablar.

“También queremos que el terreno enológico me permitan disfrutar elaborando y creando. La idea es limitar el PRETEXTO a unas 8 mil botellas que es la producción acertada para el tamaño de la bodega, e ir acompañándolo con nuevas líneas de productos hasta llegar a las 60 mil botellas”.

VISIÓN PROPIA

En torno a la más reciente añada, precisa que en general sigue la misma línea de la primera: “quizás destacaría que conseguimos una muy buena maduración en la cosecha del 2007, lo que nos da un vino más completo y fuerte, quizás a mi modo de ver un poco más masculino. Por lo mismo siento que es un vino que le cuesta abrirse y amerita concretamente esta añada 2006/2007 una decantación con un toque de aireación”.

Para mí es mi vino súmmum elaborado en México, expresa Llaquet, donde finalmente pude hacer algo propio, controlando todo el proceso desde el viñedo hasta la botella. Es un vino que creamos con una visión muy determinada y seguimos en el mismo camino, complejidad en nariz y en boca, máxima expresión de aromas de frutas, flores, esencias, especies y bálsamos, en boca sedosidad y carnosidad, que tenga una media permanencia en boca.

Con referencia a la presencia que PRETEXTO pueda tener en países como España, José Antonio aclara que la producción es muy limitada; pero las pocas botellas que han llegado a ese país han sido recibidas con gusto y sorpresa, quizás por lo novedoso de tratarse de un vino mexicano y probarse en un círculo cercano a nosotros.

VINO PARA CELEBRAR

En un momento en que las celebraciones del Centenario y Bicentenario mueve necesariamente a la reflexión sobre los avances históricos, en este caso de la industria del vino, José Antonio expresa: “Siempre he sido un acérrimo defensor de la vitivinicultura mexicana, muestra de ello fue llegar a manejar la presidencia del Comité de Promoción del Vino Mexicano (órgano de la Asociación Nacional de Viticultores). Hoy tenemos en la zona de Querétaro una muy buen oferta vínica de la cual no puedo negar que fui un gran impulsor y estoy muy orgulloso. Este corredor vitivinícola en la zona era impensable en 1997 y hoy es una realidad. Eso me da mucho gusto y lo comparto con mis socios en Viñedos Azteca”.

“Pienso que todavía queda mucho por hacer y mucho camino por recorrer, y que es una equivocación hablar de competencia entre la industria vinícola mexicana, nos falta uva y entre todos los elaboradores tenemos que potenciar la plantación de viñedo mexicano, ya que el mercado sigue creciendo”, indica.

Lo que me gustaría comentar, agrega, es que hace un par de años se nos atravesó una oportunidad de comprar unos viejos viñedos en la zona del Rousillon, en el sur de Francia, que cuando los vimos y nos dijeron que iban a ser arrancados se nos rompió el corazón y se nos agujereo el bolsillo: no tuvimos más remedio que comprar.

“La cosecha pasada fue la primera y nuestra intención es hacer un vino mezcla del vino elaborado en Francia con el vino elaborado en México, para celebrar el Bicentenario y el Centenario”, resalta Llaquet.

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