martes, 11 de mayo de 2010

Los vinos de España


Josep Baeta
España es sin duda el país vitivinícola por excelencia. No solo produce grandes vinos, de reconocido prestigio internacional, sino que es el país del mundo con más extensión de viñedo. Es también con toda seguridad uno de los países donde la propiedad de los viñedos esté más repartida entre pequeños agricultores y posiblemente donde se puede encontrar la mejor relación precio calidad.

Su variada orografía facilita la existencia de muchas y diversas zonas climáticas y microclimas lo que facilita que se encuentren gran variedad de vinos, repartidos entre más de 70 denominaciones de origen elaborados con más de 100 variedades de uva distintas, habitualmente ensambladas en los más insospechados coupages.

Aunque nos venga a la mente cuando hablamos de vinos españoles, los elaborados con la tempranillo de Rioja y Ribera del Duero (tinta fina), no es esta la más cultivada, este galardón pertenece a la Airén, una variedad blanca vendimiada sobretodo en la Mancha, que mayoritariamente se usa para la destilación y elaboración de Brandy, ni sea, quizás, la más representativa de los vinos españoles, esta distinción posiblemente corresponda a la garnacha.

La garnacha es una cepa muy extendida y popular en la zona mediterránea, especialmente en los denominados territorios de la corona de Aragón, lo que la hace también muy presente en el sur de Francia, llamada allí grenache.

Su triunfo en la colonización de los viñedos españoles, se debe a que es una variedad sufrida que soporta climatologías secas y adversas junto con su productividad y su alto contenido en azucares, lo que la convierte en una buena productora de alcohol. En un país seco donde el vino se pagaba por su grado alcohólico, eran estas unas buenas cartas de presentación. Sin embargo, la garnacha cuenta con un factor que en los últimos tiempos se ha vuelto en su contra, su poca capacidad de producir vinos de alto contenido en materia colorante, que sumado a su poca capacidad de envejecimiento de los vinos y su, otrora gran virtud, la productividad, la estaban apartando de los podios de las nuevas tendencias de los vinos de calidad. ¿Quién había oído hablar de las garnachas tan solo diez años atrás? Cuando el reinado de la cabernet sauvignon parecía indiscutible y su escudera la merlot parecía que quería reivindicarse en el terreno de los vinos amables y afrutados.

Sin embargo, en los últimos años, gracias a la aplicación de los conocimientos en viticultura a los viejos viñedos perdidos en las denominaciones de origen más recónditas y desconocidas, están apareciendo vinos que sorprenden a propios y extraños, a expertos y aficionados de un y otro lado del atlántico.

Aún con su etiqueta de variedad muy productiva y con poco color, la garnacha tiene la facultad de transformarse en una excelente opción cuando se encuentra en circunstancias especialmente difíciles, sea por altitud y contrastes térmicos (caso de campo de Borja), terrenos especialmente difíciles (caso de Priorato, Montsant o Chateauneuf du Pape). En estas circunstancias producen unos caldos difícilmente igualables por su gran expresión de fruta, potencia en boca y largo recorrido, pero sobretodo, sorprenden al enófilo por su amabilidad y su tanino elegante y suave que los hace deliciosos a todos los paladares.

Con ellos se han reivindicado las que llamamos denominaciones de origen emergentes, que no es sinónimo de nuevas, pues muchas de ellas son milenarias. Y nos referimos, como no, a zonas como Priorato, campo de Borja o Montsant. Zonas que pocos años atrás eran desconocidas incluso en España y que hoy cosechan las mejores puntuaciones de los más conocidos gurús internacionales como Robert Parker, que ha llegado a otorgar 100 puntos sobre 100 a un vino con base en Garnacha, como el clos Erasmus del Priorato, el Espectacle del Montsant exclusivamente de garnacha con 99 puntos, compartiendo puntuación con vinos tan afamados como Vega Sicilia o Pingus de Ribera del Duero, y 96 para Aquilón, primo hermano de Borsao tres picos de Campo de Borja.

Pero los más sorprendente de estas denominaciones de origen emergentes es sin duda su relación precio calidad, especialmente cuando hablamos de campo de Borja y Montsant. Dos denominaciones de origen que elaboran el vino con su variedad autóctona tradicional, la garnacha, lo que les da de antemano la ventaja de contar con gran cantidad de viñedos de más de 50 años, y por consiguiente la posibilidad de disponer de muchos kilos de excelente uva para elaborar buenos vinos a precios muy asequibles. Otro factor que contribuye a que los precios de estos buenos caldos no se disparen junto con el éxito, es que suelen provenir de las denominadas cooperativas vitivinícolas. Estas son asociaciones de pequeños propietarios de viñedos que se unen para elaborar vino con sus uvas, cansados que las bodegas tradicionales les pagaran precios paupérrimos por ellas. El resultado es el anteriormente descrito, grandes vinos a precio casi de uva.

De entre ellos, destaca Borsao en Campo de Borja, donde se elaboran vinos de excelente calidad y que llegan a México a precios que van de los 100 a los 500 pesos dependiendo del canal donde se adquieran, y que sorprenden por su gran calidad. Mayoritariamente elaborados con garnacha ya han conquistado los paladares de los exigentes vecinos estadounidenses, y paradójicamente, apenas ahora empiezan a ser reconocidos en el mercado Español, no sería aventurado asegurar que la mayor parte de su producción aún se vende fuera de su mercado natural, España, un país anclado aún por la fama de los Riojas. Sin embargo, su gran disponibilidad de buena uva propicia que se puedan producir a gran escala sin mermar su calidad, por lo que la creciente demanda en España y otros países europeos, no parece pronosticar una subida de precios en los próximos años, por lo que los ciudadanos de a pié nos podremos permitir algunos años más el placer de disfrutar de tan fantásticos caldos.

Sin duda, su producto estrella es Tres Picos, sin embargo llegará en breve al mercado Mexicano un nuevo producto con más carácter de vino del nuevo mundo que de su zona originaria, el llamado Bole, se prevé que va a ser una auténtica bomba, tanto por su precio como por sus cualidades, su primera producción sorprendió incluso a sus propios creadores al agotarse en pocos meses.

Por contrapartida, uno de los mejores vinos que elaboran, con mejor relación precio calidad según la opinión del que suscribe, el Borsao Crianza Selección, es posible que deje de producirse y ceda su espacio a otro producto más al gusto de los mercados anglosajones, que por el momento, son los mayores consumidores de estos excelentes caldos. Vale la pena disfrutarlo mientras aún quede alguna botella en México.

Otra bodega a destacar entre los vinos emergentes en el mercado español, es Perlat, de la denominación de origen Montsant. Un excelente monovarietal de Garnacha de gran expresividad aromática y como no, de una sorprendente amabilidad en boca, que combinada con su potencia gustativa va a ser la gran revelación del vino en México, donde llegará en los próximos meses. Ya está siendo en España la revelación del 2010, como el más representado en las cartas de los restaurantes y de los más demandados en vinotecas y tiendas departamentales. La razón es que, como en el caso de Borsao, su precio es muy popular y asequible, y ha sabido darse a conocer en los mercados más entendidos y conocedores, a saber, Barcelona y Madrid en España, Bélgica, Holanda y Alemania en Europa, Japón en Asia, Estados unidos y ahora México en America.

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